Negocios en Lhasa recuperan gradualmente la normalidad tras disturbios
2008-04-10 00:00

     LHASA, 7 abr (Xinhua) -- Yau Wan Kong, un migrante de Hong Kong de 30 años de edad y propietario de una cafetería en Lhasa,  capital del Tíbet, ha dado la bienvenida a una estable corriente  de clientes regulares desde que su negocio reabriera dos semanas  atrás. 

     Yau, quien gestiona la cafetería Spinn Cafeto de 40 metros  cuadrados con sus amigos de Tailandia, indicó que su  establecimiento cerró durante 11 días debido a los disturbios  ocurridos el pasado 14 de marzo. 

     La cafetería estaba abierta desde las 10:00 de la mañana a la  medianoche, pero después de los disturbios, acortó el horario de  las 14:00 a las 23:00 horas. 

     "La mayoría de las tiendas en nuestra cuadra han sido  reabiertas. Es seguro hacer negocios aquí. Ahora me siento  tranquilo", dijo. 

     Su ingreso está regresando de manera estable a su nivel normal. "La mayoría de los visitantes en estos días son locales, que  vienen alrededor de las 19:00", indicó. 

     Yau confía en que su negocio mejorará a medida que el turismo  se recupere. "Tengo un profundo amor por el Tíbet", expresó el  empresario hongkonés, que ha contratado a un gerente y otros  cuatro empleados tibetanos. 

     La vida cotidiana también ha vuelto a la normalidad. Yau  permanece en la cafetería por la tarde, ayuda a limpiar el almacén o la cocina, y aprende el idioma tibetano de sus empleados o les  enseña inglés, según Yau. 

     "Algunas veces voy a la casa de unos amigos de Sichuan para  probar 'hot pot' (olla pequeña que tiene fuego en el interior para calentar platos o sopa mientras se come). Estos amigos son  pintores que esperan que más turistas retornen a Lhasa para  continuar sus negocios", contó. 

     Losang, un empresario de 28 años, procedente de Nepal, gestiona dos restaurantes en Lhasa, y tuvo que cerrarlos debido a los  disturbios. Sin embargo, su restaurante de bistec tibetano ya ha  sido reabierto. 

     "Aunque son menos visitantes que antes, el negocio se está  recuperando. Continuaré mi negocio aquí", expresó Losang en chino  fluido. 

     Ursula Rechbach, de Eslovenia, ha trabajado más de ocho años en un proyecto para fortalecer la medicina tradicional tibetana en  Lhasa. 

     Rechbach, de 50 años de edad, dijo que le gustó la ciudad  cuando vino a Lhasa en un viaje en 1995. 

     Recordó que almorzó con colegas tibetanos el pasado 14 de marzo cuando tuvieron lugar los disturbios. Sus colegas la acompañaron  rápidamente a su hotel. 

     "Nuestro trabajo se ha reanudado y la vida también ha vuelto a  ser tranquila", dijo la eslovena, quien está ocupada en un  programa en colaboración con la Sociedad de la Cruz Roja de la  región autónoma del Tíbet para promover la medicina tibetana en  las zonas rurales de la región. 

     Un empleado de la tienda Zhuofanlin, que vende artesanías  tradicionales locales a turistas, dijo que su establecimiento  había empezado a vender los objetos de arte en línea a fin de  explorar el mercado fuera de Lhasa. 

     La tienda es gestionada por el Fondo de Alivio a la Pobreza del Tíbet, una organización estadounidense que ayuda a los tibetanos  pobres mediante la capacitación y financiamiento. 

     Según la organización, la tienda ganó más de dos millones de  yuanes (cerca de 281.000 dólares) el año pasado mediante la venta  de las artesanías tibetanas. 

     El empleado pronosticó que el mercado podrá volver a normalidad en mayo próximo, cuando la región se reabra oficialmente a los  turistas.

Suggest To A Friend:   
Print