Tíbet: Que la historia diga al mundo
2008-04-10 00:00

"Para rezar con motivo de celebrar el cumpleaños de Dalai Lama, todos los miembros de la cámara baja del gabinete deben dar lectura a la sutra. Con el fin de cumplir esta ceremonia, se ordena ofrecer de inmediato los siguientes sacrificios humanos: un intestino fresco, dos cráneos, sangre fresca, y una piel corporal completa". Esta es la carta que huele a sangre, enviada a principios de la década 1950 por un departamento del ex gobierno local del Tibet a un jefe inferior. La misiva está bien conservada en el Archivo del la Región Autónoma del Tibet. Solang Wangdui, que ha realizado estudios sobre los archivos tibetanos en el mencionado organismo durante más de 30 años, dijo que los numerosos registros históricos conservados en el archivo han mostrado que antes de la liberación pacífica del Tibet, la práctica de usar órganos humanos para el sacrficio religioso era frecuente. Antes de la Reforma Democrática del Tibet en 1959, los siervos eran propiedad de los señores feudales, quienes gozaban del derecho de alquiler, conceder, apostar, hipotecar, obsequiar o vender sus siervos.

Antes de la liberación pacífica del Tibet en 1950, bajo las alas del gobierno de Dalai Lama los señores feudales gozaban del privilegio de aumentar el gravamen arbitrariamente e incluso apoderarse de la tierra de sus siervos a su antojo. En el Archivo del Tibet, hay un sinnúmero de registros de aquel entonces sobre las demandas presentadas por los siervos en defensa de sus intereses personales, que fueron rechazadas por el gobierno de Dalai Lama. Se veían por doquier de la zona siervos sin hogar ni subsistencia, quienes frecuentemente eran usados por sus dueños para el pago de deudas. Según uno de los registros del archivo, los agentes del feudo Sengong y del Luduo firmaron un acuerdo según el cual, los señores de ambos feudos cambian una sierva con sus tres hijas por el mismo número de siervos, y las primeras serían sancionadas en caso de retractarse por el caso.

Un archivo fechado el año 1914 registra que un funcionario llamado Tsikamba obsequió su sierva y sus tres hijas al señor de la nobleza Ramba para pagar la deuda. Si las siervas se retractaban, serían castigadas. Según los registros históricos, el viejo Tibet bajo la dominación del régimen de servidumbre, los funcionarios, nobles y dueños de los monasterios del Tibet, que ocupaban apenas el 5 % de la población local, contaban con casi todas las tierras, praderas, bosques y ganados de la región. Los archivos demuestran que 900.000 del millón de la población local no tenían sus propias viviendas en 1950, en que de los 20.000 habitantes urbanos de Lhasa, más de 1.000 eran mentigos e indigentes. En el Tibet de hace más de 50 años, los siervos tibetanos vivían bajo la dominación de servidumbre más salvaje y cruel del mundo, dijo Sonantza, director de la sección de la historia adscrita al Archivo del Tibet. Los señores feudales castigaban a sus siervos arrancándoles los ojos, amputándoles las manos o pies e incluso desollándoles la piel. Los siervos calificaban las despiadas explotaciones de servicio obligatorio, gravamen e interés de deuda como tres cuchillos colgantes sobre ellos, y afirmaban que solo les tocaban huir, ser esclavos o mentigar. Los archivos son pruebas fehacientes de la crueldad del régimen de servidumbre en el viejo Tibet y su situación de los derechos humanos de aquel entonces, afirmó Sonantza.

Los ex siervos se han convertido en los dueños de su destino

El 23 de mayo de 1951, el gobierno central y el gobierno local del Tibet firmaron el Acuerdo sobre la Liberación Pacífica del Tibet con 17 artículos. En 1959, se realizó la reforma democrática en la región en que se derogó el regimen de servidumbre de integración de religión y gobierno y todas las leyes feudales incluídas la Ley número 13 y la Ley número 16, según las cuales se clasificaba a la gente en tres clases y nueve grados. En los últimos 50 años desde la reforma democrática del Tibet, el gobierno central chino ha hecho incansables esfuerzos para fomentar el derecho de los habitantes tibetanos a la autodecisión política y sus derechos al desarrollo socio-económico, al desarrollo y herencia culturales y a la libertad de creencias religiosas, dijo Ghesangyixi, tibetanólogos y director de la Casa Editora de Libros Antiguos Tiebetanos. Mediante la reforma democrática en 1959, los ex siervos tibetanos lograron a gozar de los derechos humanos. Cuentan con sus propias tierras labrantías y ganado, lo que les han imbuído el entusiasmo de trabajo nunca visto. En comparación de 1959, el número de cabezas del ganado en la región aumentó en el 77,9 % en 1965, para alcanzar los 17,01 millones de cabezas. La Región Autónoma del Tibet se fundó en 1965, lo que ha simbolizado el establecimiento del régimen político en que los habitantes tibetanos llegaron a ser los dueños de su propio destino, y que les ha permitido gozar realmente del derecho a la autonomía nacional regional concedido por la Constitución de China. En los últimos 50 años desde la liberación pacífica del Tibet, el gobierno central y el pueblo de todas las étnias del país han prestado mucha importancia y pleno apoyo al desarrollo y progreso del Tibet. El gobierno central chino ha dado continuo apoyo financiero a la región. A principios de la década 1980, se puso en prática una serie de políticas preferenciales sobre el uso de las tierras labrantías y la cría de ganados en bien de los campesinos y pastores tibetanos. Desde el comienzo de la reforma y apertura del país, el gobierno central convocó en cuatro ocasiones consecutivas las conferencias sobre la labor del Tibet para prestar enormes apoyo financiero y político a la región. Todo esto ha despertado gran entusiasmo de los habitantes tibetanos por el desarrollo de la producción.

Desde el año 2000, el Tibet entró en la etapa de más rápido desarrollo socio-económico. El producto interno bruto PIB de la región superó los 30.000 millones de yuanes en 2007, o sea, 12.000 yuanes per cápita. La velocidad del aumento económico tibetano ha superado el nivel medio nacional en muchos años. La región ha logrado el autoabastecimiento fundamental en los cereales, aceite comestible y carne. Esto ha permitido a la mayor parte de los habitantes locales con escasos recursos a gozar de suficiente comida y vestido, y a una parte de las masas populares locales a alcanzar el nivel de vida modestamente acomodada. Según explicó Gongtso Giacoh, investigador del Instituto de Estudios Etnicos subordinado a la Academia Regional de Ciencias Sociales del Tibet, la región permaneció en la sociedad de sevidumbre durante largo tiempo, y esto ha causado un grave impacto a la herencia y desarrollo de su lengua, así como al uso y transmisión de su escritura. Después de la fundación de la República Popular China, el gobierno central ha promovido la popularización del tibetano para su uso amplio en los terrenos político, económico y jurídico. En el pasado, sólo un reducido número de monjes y nobles dominaba el uso del tibetano, mientras que en la actualidad, cada vez más gente común tibetana puede usar la legua, lo que significa que el uso del tibetano se encuentra en su época próspera de la historia.Según los datos del Departamento Regional de Estadísticas del Tibet, antes de 1959, en el viejo Tibet no había ninguna escuela en sentido moderno y los analfabetos representaron el 95 % de las personas de edad joven y adulta, y actualmente la región cuenta con los 1.011 centros docentes de diversos tipos con más de 450.000 alumnos. Más del 92 % de los niños de edad escolar están en condiciones de ir a la escuela.La mortalidad de embarazadas y parturientas tibetanas se ha disminuido de 5.000 por 100.000 a principios de la década 1950 a 399 por 100.000 en la actualidad.

El promdio de la vida fue de 33,5 años en la década 1950 en contraste con los 67 años en la actualidad. La población del grupo étnico tibetano ha aumentado de más de 1,2 millones de habitantes a más de 2,5 millones en la actualidad, cifra que representa más del 95 % de la población total de la región.Sangdan, aldeano del poblado Dohdi del distrito Chengguan de Lhasa dijo. "¿Qué ha hecho Dalai para nosotros los tibetanos? Ni un trozo de camino ha construido para los habitantes. Dalai se ha jactado diciendo trabajar por la feliz vida de los tibetanos, pero lo que realmente sueña no es sino someter al Tibet a la cruel dominación de servidumbre". Dehyang, habitante de la avenida Naking del norte de Lhasa, dijo: "Yo llevaba años en el viejo Tibet, los siervos vivíamos como bestias y sin dignidad alguna. Bajo la dirección del gobierno popular en las últimas décadas, trabajamos con las dos manos y llevamos una vida cada día más feliz, que es una prueba convincente de que gozamos de los derechos humanos".

Plenamente garantizados los derechos humanos en el Tibet

Desde la reforma democrática del Tibet en 1959, los tibetanos gozan del legítimo derecho de participación en la administración de los asuntos estatales a base de la igualdad, también del derecho de autodecisión en la administración de los asuntos locales y los asuntos propios del grupo étnico tibetano. En las elecciones a nivel regional, prefectoral, distrital y de poblado de 2008 en el Tibet, el 95 % de los electores locales participaron en las elecciones directas a nivel distrital, en algunas localidades la participación alcanzó el 100 %. De los diputados elegidos a nivel regional y prefectoral, los de la étnia tibetana y de otros grupos étnicos minoritarios ocupan más del 80 %, y de los diputados a nivel distrital y poblado, más del 90 %.Los tibetanos y de otros grupos étnicos minoritarios representan el 77,97 % de la plantilla de los organismos estatales a nivel regional, prefectoral y distrital, el 69,82 % de la de los tribunales y el 82,25 % de la de las fiscalías locales.En los últimos años, el gobierno central ha tomado medidas preferenciales y adaptables a las condiciones y necesidades del Tibet para promover el rápido desarrollo socio-económico local y benericiar a los habitantes locales. Se aplica una política tributaria preferencial para el Tibet, con tres puntos porcentuales por de bajo de la cuota tributaria nacional.

El estado ha eximido a los campesinos y pastores tibetanos de todos los impuestos. Los habitantes tibetanos han gozado del trato preferencial de dos puntos porcentuales por debajo del tipo de interés de los créditos, ademas de la política de seguros preferencial con baja prima. Los campesinos y pastores tibetanos se disfrutan del servicio médico y sanitario gratuito, y se les exime a sus hijos del pago de matrícula, hospedaje y comida y otros gastos escolares. Recientemente el gobierno ha elevado la manutención para la garantía del nivel de vida mínimo de los habitantes tibetanos. En los recientes años se ha registrado un aumento más rápido de las viviendas privadas de los habitantes tibetanos. La superficie de vivienda per cápita de los empleados urbanos ha alcanzado los 25,5 metros cuadrados, la de los campesinos y pastores, 36,4 metros cuadrados.

En 2008, comenzará a construirse 4.560 apartamentos de vivienda de bajo alquiler, y se cumpletará en el presente año el proyecto de construcción de viviendas para 164.000 familias tibetanas.Ghesangyixi, tibetanólogo y director de la Casa Editora de Libros Antiguos Tiebetanos, dijo que en los últimos 50 años los tibetanos gozan del pleno derecho a la libertad de creencias religiosas. Los habitantes de los grupos étnicos tibetano, Memba, Luoba y Naxi en su mayoría profesan el budismo tibetano, además no pocos habitantes locales abrazan el islamismo y el catolicismo.

Desde 1980, el gobierno central chino ha asignado más de 700 millones de yuanes para la administración de los asuntos religiosos y la protección de los objetos arqueológicos. Se han reparado los monasterios Jokhang, Bsam Yas, Drepung, Sera, Gandain y Sakya, la Mezquita de Lhasa, y el Catedral Católico Mankang de Changdu, así como el mundialmente famoso palacio Potala. El Potala y el monasterio Jokhang han sido listados por UNESCO como patrimonio cultural mundial. Actualmente, hay en la Región Autónoma del Tibet más de 1.700 templos y locales del budismo tibetano con unos 46.000 monjes y monjas, cuatro mezquitas con más de 3.000 creyentes del islamismo, y una iglesia católica con más de 700 creyentes. Esto ha creado condiciones necesarias para las actividades de los creyentes, permitiéndoles gozar plenamente del derecho a la libertad de creencias religiosas.

Tras la aplicación de la autonomía nacional regional en el Tibet, los habitantes locales se disfrutan plenamente de los derechos atribuidos por la Constitución y la Ley sobre la Autonomía Nacional Regional, para proteger, heredar y desarrollar su cultura. Actualmente se ha llevado a cabo la educación bilingüe con la lengua tibetana como el principal medio. Se usa los textos y materiales docentes en tibetano en las escuelas primarias y secuntarias de la región. Se usa el tibetano y el chino en todos los documentos y anuncios oficiales de la región, en las pancartas públicas, y en los documentos jurídicos y la dministración judicial. La Asamblea Popular Regional del Tibet ha promulgado una serie de eglamentos para la protección de los objetos culturales e historicos, el medioambiente y las costumbres y hábitos de los tibetanos y de otras minorias étnicas de la zona.Además de los días festivos oficiales del país, los tibetanos también gozan de sus prpias fiestas tradicionales tales como la Fiesta Lunar Tibetana y la Fiesta Shoton, según establece la ley. De acuerdo con los reglamentos acomodaticios sobre la aplicación de la Ley de Matromonio de la República Popular China en la Región

Autónoma del Tibet, se estipula que la edad de casamiento de los tibetanos es de dos años más baja. Estas medidas han garantizado efectivamente a los tibetanos sus intereses especiales. El Tibet ha entrado en una nueva étpa histórica. El progreso de la región en los últimos 50 años ha demostrado al mundo que la abolición del régimen de integrración de gobierno y religión y del régimen servidumbre del Tibet dominado por Dalai y la aplicación del régimen de autonomía nacional regional en la región constituyen una garantía fundamental para el vigoroso desarrollo socio-económico de la zona y para el pleno goce de las amplias masas populares tibetanas de sus derechos de subsistencia y desarrollo. .(Pueblo en Línea)

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