La posición política del pueblo se eleva constantemente y se propicia amplia participación popular en la política. Como en todo el país, el pueblo tibetano goza, por ley, del derecho a elegir y a ser elegido, y participa ampliamente en la administración de los asuntos estatales y regionales. Ahora, entre los diputados a
El Tíbet sigue siendo una región subdesarrollada en el país, porque se halla situado en el "Techo del Mundo", tiene desfavorables condiciones naturales, toda vez que resulta afectada por bajas temperaturas y la escasez de oxígeno, y se encuentra limitada por el nivel de desarrollo sumamente bajo y por las condiciones sociales e históricas, que le ha dejado la sociedad atrasada de servidumbre feudal. Su volumen económico global es pequeño, su nivel de desarrollo es bajo, su agricultura, ganadería y medio ecológico son frágiles, sus instalaciones infraestructurales son débiles, su ciencia, tecnología y educación son atrasadas y no tienen la capacidad de acumularse y desarrollarse con sus propios medios. El desarrollo de la modernización tibetana aún dista mucho de las zonas litorales del Sureste de China. Empero, no hay lugar a dudas de que los últimos 50 años de desarrollo han cambiado en gran medida la fisonomía atrasada y pobre de antaño y se han creado las bases para que el Tíbet materialice la modernización mediante grandes saltos.
3. La inevitabilidad histórica de la modernización del Tíbet
Cincuenta años no son más que un instante en la prolongada historia de la humanidad. Sin embargo, en ese breve lapso se han registrado cambios trascendentales en las tierras antiguas y misteriosas del Tíbet. La región ha dejado atrás la sociedad atrasada, pobre, aislada y estancada de la servidumbre feudal y marcha hacia la sociedad moderna, de democracia popular, progresista, civilizada y abierta. Su desarrollo ha sido reconocido en todo el mundo. Primero, se ha terminado definitivamente con el monopolio de una minoría de propietarios de siervos de los poderes políticos y de los recursos materiales y culturales del Tíbet. Todos los tibetanos se han convertido en dueños de la sociedad tibetana, crean y disfrutan de la riqueza material y cultural de la sociedad. La posición social y la calidad de los tibetanos se han elevando en gran medida. Segundo, se ha roto definitivamente el aislamiento, estancamiento y retroceso de la sociedad tibetana. La economía social avanza a pasos agigantados. La vida material y cultural del pueblo ha mejorado en gran medida. En la constante reforma y apertura, la modernización tibetana ha conocido un avance sin paran-gón y progresa de manera general. Tercero, se han abolido definitivamente la opresión y la discriminación étnicas y se ha limpiado el fango dejado por la sociedad del viejo Tíbet. Las peculiaridades étnicas y las excelentes culturas tradi-cionales del Tíbet reciben pleno respeto y protección en el sistema de la autonomía étnica regional, se han enriquecido en el desarrollo por la modernización, asimilando modernos contenidos que reflejan las nuevas necesidades de la nueva vida del pueblo y del progreso social, y han denotado mayor esplendor al ser heredadas de manera científica.
La experiencia de media centuria ha demostrado la inevitabilidad histórica de la modernización del Tíbet y ha revelado la ley objetiva del desarrollo de la modernización tibetana.
La modernización tibetana forma parte inseparable de la modernización china y es la necesaria exigencia de los esfuerzos del pueblo de las diversas etnias de China por alcanzar la prosperidad conjunta y la revitalización de la nación china. Durante el prolongado proceso histórico, las 56 etnias chinas, incluida la tibetana, han explotado juntas el territorio chino y han formado la gran familia de la nación china, en la cual comparten alegrías y penas y se apoyan mutuamente. Como parte inseparable del territorio chino, el Tíbet siempre comparte la misma suerte con la patria, y se desarrolla junto con ella. El progreso del Tíbet está estrechamente relacionado con la patria, y la suerte de ésta siempre influye en el porvenir del Tíbet. En la época moderna, por su débil poderío nacional y por su régimen autócrata feudal corrompido e impotente, China se convirtió en una sociedad semicolonial y semifeudal. Todo el territorio chino, incluido el Tíbet, fue víctima de la agresión y el atropello de las potencias imperialistas e iba a ser repartido y desmem-brado. Gracias a la victoria de la revolución democrática nacional de China y la fundación de
Tal como demuestran los hechos, la modernización tibetana depende de la modernización de la patria, y ésta última no se hará realidad sin la primera. Sin la primera, la segunda no será completa ni global. Sin la independencia y la prosperidad de la patria, la sociedad tibetana no podrá revitalizarse ni desarrollarse. Sólo cuando el proceso de la modernización tibetana se integre al de la patria y logre el apoyo y la ayuda de todo el pueblo chino, el Tíbet podrá aprovechar en su totalidad la oportunidad histórica de desarrollarse rápido, progresar de manera constante y prosperar. El vigoroso desarrollo de la modernización de la patria es firme respaldo para la modernización tibetana. La correcta dirección y el enérgico apoyo del gobierno central, la abnegada ayuda del pueblo de todas las etnias del país son eficaz garantía y necesaria condición para el acelerado y sano desarrollo de la modernización tibetana.
La modernización tibetana se desarrolla en la región especial del Tíbet, para lo cual se debe tener en cuenta la realidad tibetana y escoger un camino de desarrollo con peculiaridades locales del Tíbet. El Tíbet se halla situado en la meseta Qinghai-Tíbet. El ambiente geográfico, las condi-ciones naturales, el desarollo histórico, la composición étnica, la creencia religiosa, las tradiciones culturales, las costumbres y hábitos del Tíbet presentan notables peculiaridades. El proceso de la modernización tibetana debe atenerse a la realidad objetiva, considerar a plenitud las peculiaridades históricas y reales y servir al desarrollo de la productividad y el progreso social y al desarrollo y la felicidad del pueblo tibetano. Las malas condiciones naturales, la atrasada base socio-económica y las complicadas circunstancias del de-sarrollo histórico del Tíbet en la época moderna han decidido que el Tíbet tiene que dedicarse a la modernización, acelerar el desarrollo con la ayuda especial del gobierno central y de los diversos lugares del país, tratar correctamente las relaciones entre la reforma, el desarrollo y la estabilidad social, hacer un aprovechamiento racional de los recursos naturales y proteger el medio ecológico y conseguir el desarrollo sostenido, general y armonioso de la sociedad y la economía del Tíbet.
Debido a causas históricas, la mayoría de los tibetanos son creyentes religiosos. La influencia religiosa se percibe en los distintos aspectos de la cultura, el arte, las costumbres y la vida cotidiana. Tratar de manera correcta los problemas étnicos y religiosos es un importante problema que la modernización tibetana ha debido encarar durante un largo período. El desarrollo tibetano de los últimos 50 años ha demostrado que la modernización constituye el interés fundamental del pueblo tibetano y es el clave para materia-lizar la igualdad étnica y el desarrollo conjunto de las diversas etnias. Insistir en la autonomía étnica regional, garantizar de manera efectiva los derechos autónomos del pueblo tibetano, en especial su derecho autónomo a admi-nistrar los asuntos regionales según la ley, respetar a plenitud sus tradiciones culturales, sus costumbres y hábitos, sus idiomas y escrituras, y su creencia religiosa son una importante garantía para el desarrollo sano de la modernización tibetana. Se podrá encontrar un camino a la modernización con peculiaridades regionales y étnicas tibetanas, siempre que se tome la construcción económica como centro, se persevere en la reforma y apertura, se proteja la libertad de la creencia religiosa y al mismo tiempo se separe el poder administrativo del religioso, se orienten activamente las creencias religiosas mientras se impulsen la modernización y el progreso social, se mantengan y lleven en alto las peculiaridades étnicas tibetanas mientras se impulsen la industria, la ciencia, la educación y la cultura modernas, y se fomente la modernización de la industria y la cultura tradicionales tibetanas.
La modernización tibetana se ha desarrollado de manera constante en la prolongada lucha contra la camarilla del Dalai y las fuerzas hostiles internacionales. El problema de la modernización tibetana se ha producido en complicadas circunstancias históricas e inevitablemente se relaciona con luchas internacionales. Durante largo tiempo, entre la camarilla del Dalai y las fuerzas hostiles interna-cional, por una parte, y el gobierno y el pueblo chinos, por la otra, se ha sostenido siempre una lucha por escindir a China y combatir la escisión y por obstaculizar la modernización y promoverla. En la edad moderna, una minoría de líderes políticos y religiosos de alto nivel del Tíbet hicieron todo a su alcance por impedir la modernización tibetana, con el fin de defender los intereses de clase de los propietarios de siervos y la decadente sociedad de la servidumbre feudal. Llegaron al extremo de fraguar actividades destinadas a lograr la "independencia del Tíbet" en contubernio con las fuerzas hostiles internacionales, en una tentativa por poner obstáculos a la liberación pacífica. Después de la liberación pacífica, haciendo caso omiso de la paciente espera del gobierno central y la vehemente demanda del pueblo tibetano, la camarilla del Dalai no escatimó esfuerzos para obstaculizar la reforma democrática y la modernización. Con el apoyo de las fuerzas hostiles internacionales, la camarilla instigó a una rebelión armada para escindir la patria. Fracasada la intriga, la camarilla escapó al extranjero y se confabuló con las fuerzas hostiles internacionales. Desde entonces, promueve con frecuencia condenas a China entre la opinión pública internacional, promueve en gran escala actividades separa-tistas contra China, difama de la construcción económica y el progreso social del Tíbet, y hace todo lo posible por perturbar, impedir y sabotear la modernización social del Tíbet.
La camarilla del Dalai y las fuerzas hostiles interna-cionales tachan la liberación pacífica del Tíbet de "ocupación del Tíbet por China"; a los esfuerzos del gobierno central por promover la modernización tibetana, los llaman "eliminación de las peculiaridades étnicas del Tíbet"; el acelerado desarrollo de la economía tibetana lo califican de "destruc-ción del medio ambiente del Tíbet"; la preocupación del gobierno central y el apoyo de todo el país hacia la modernización, de "saqueo de los recursos tibetanos","control intensificado del Tíbet" y "asimilación por parte de los han"; la abolición del sistema social de unión de los poderes administrativo y religioso y de los privilegios laicos de la religión y los monasterios, la tachan de "extinción de la religión"; el nuevo esplendor de la cultura tradicional en la nueva época y el desarrollo de la ciencia, la educación y la cultura nunca visto en la historia tibetana, de "extinción de la cultura tibetana". En una palabra, la camarilla del Dalai puede fabricar cualquier acusación para calumniar todas las cosas que beneficien a la modernización y el progreso social del Tíbet y a la felicidad del pueblo tibetano, y se opone a ellas haciendo todo lo posible. Esto pone al descubierto la naturaleza reaccionaria de la camarilla del Dalai porque representa las atrasadas relaciones de producción de servidumbre feudal, la atrasada cultura religiosa de la unión de los poderes administrativo y religioso, y los intereses de las clases privilegiadas de una minoría de decadentes propietarios de siervos. Por otro lado, esto también revela la oscura psicología de las fuerzas hostiles internacionales de tratar de aprovechar el "problema del Tíbet" para destruir la estabilidad de China, desmembrar el territorio chino y obstaculizar el desarrollo y el robustecimiento de China.
Los hechos no se pueden ocultar y la justicia siempre triunfa. Se reconoce universalmente que el Tíbet es una parte del territorio chino. El desarrollo y el progreso de la sociedad tibetana son obvios para todos. Los esfuerzos de China por promover la modernización tibetana y combatir las actividades separatistas de la camarilla del Dalai se corres-ponden con las tendencias históricas imperantes y la voluntad popular y se justifican perfectamente. La historia de los 50 años que han seguido a la liberación pacífica demuestra que se imponen las tendencias de la época y que el tren de la historia es indetenible. La modernización y el progreso del Tíbet son tendencias objetivas y voluntad de su pueblo. Todas las mentiras quedarán desmentidas por los hechos del desarrollo tibetano. Quedan condenados al fracaso todos los intentos de oponerse a estas tendencias históricas, impedir el desarrollo del Tíbet y propiciar su separación de China.
La sociedad humana ha entrado en el nuevo siglo. La paz y el desarrollo son los dos principales temas para el mundo actual. China ha iniciado un nuevo período de desarrollo en el cual intensifica de manera general la construcción de una sociedad acomodada, y acelera la reforma, la apertura y la modernización. Como parte del tercer paso estratégico, la estrategia de desarrollo de las regiones occidentales se está poniendo en práctica. En la cuarta conferencia de trabajo sobre el Tíbet, convocada por el gobierno central, teniendo en cuenta las realidades del desarrollo del país entero y del Tíbet, se definieron metas estratégicas, destinadas a que en el nuevo siglo la modernización tibetana pase del desarrollo acelerado al avance a saltos, se decidió aumentar el apoyo al desarrollo tibetano. En lo que va del X Plan Quinquenal (2001-2005), el gobierno central y los diversos lugares del país van a invertir 32.200 millones de yuanes en 187 proyectos tibetanos, el gobierno central va a transferir al Tíbet 37.900 millones de yuanes como subsidio financiero. En esta conferencia se elaboró también una serie de políticas y medidas preferen-ciales. Todo ello ha proporcionado nuevas condiciones favorables y oportunidades de desarrollo incomparables para la modernización tibetana. Se puede afirmar que gracias a la firme base creada durante los 50 años de desarrollo y al gran apoyo y la ayuda del gobierno central y del pueblo de todo el país, el Tíbet avanzará a pasos firmes, luchando arduamente, y hará realidad el desarrollo a saltos en el proceso de la modernización, a la vez que le espera un porvenir aún más promisorio. (fin)